Hay otra crisis en el horizonte para la ciudad de Nueva York. Una vez que fue el epicentro de la pandemia de coronavirus, con tasas de infección que se dispararon, un éxodo de residentes adinerados y un hospital temporal en Central Park, Nueva York ahora cuenta con una de las tasas de infección más bajas del país. Y, sin embargo, miles de residentes están al borde de otra tragedia: el desalojo y la falta de vivienda.

Había 200,000 casos de desalojo pendientes en la ciudad de Nueva York antes de que el estado declarara una moratoria de desalojo. Desde entonces, miles de inquilinos han perdido sus trabajos, dejándolos sin poder pagar el alquiler. A medida que nos acercamos a la fecha límite de la moratoria de desalojo el 31 de diciembre, The Legal Aid Society está liderando el cambio para mantener a los neoyorquinos en sus hogares.

Los desalojos impulsarían una crisis de salud pública que nos afecta a todos.

Esta nueva crisis no podía llegar en peor momento. Desde una perspectiva de salud pública, obligar a las personas a abandonar sus hogares durante la segunda ola de esta pandemia probablemente generaría un aumento de las infecciones en toda la ciudad. “Los desalojos generarían una crisis de salud pública que nos afectaría a todos”, dice Judith Goldiner, abogada a cargo de nuestra Unidad de Reforma de la Ley Civil. Su equipo ha estado presionando a los legisladores para que mantengan la moratoria de desalojo y mejoren las protecciones para los inquilinos. “Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para asegurarnos de que las personas tengan refugio”.

Judith y su equipo están tratando de defender a los inquilinos para que no se queden sin hogar. Aunque la ciudad de Nueva York tiene derecho a un refugio, el sistema de refugios ya superó su capacidad: 70,000 neoyorquinos duermen en refugios todas las noches. Judith y sus colegas están preparados para luchar por nuestros más vulnerables, prometiendo que si la ciudad no cumple con su obligación de “albergar a la gente, serán demandados. No podemos ver el nivel de personas sin hogar que resultará si el gobierno no comienza a intervenir”.

Judith y su equipo no solo están salvando hogares, también están salvando vidas. Un informe reciente encontró que más de 10,000 neoyorquinos sobrevivieron los meses más duros de la pandemia debido a la moratoria de desalojos. Los inquilinos vulnerables sin ningún otro lugar a donde acudir podrían haber terminado en las calles sin protección contra la pandemia de COVID-19. “Los resultados son claros: las moratorias de desalojo en medio de una pandemia salvan vidas”, dijo Judith. Ella y su equipo seguirán luchando por los inquilinos en medio de esta crisis de salud pública.