En mayo de 2018, conocimos a cuatro hermanos bajo custodia del gobierno que fueron separados de su madre, quien enfrentaba cargos por ingresar ilegalmente a los Estados Unidos. Con edades comprendidas entre los 7 y los 17 años, los hermanos vivieron en diferentes hogares de acogida durante dos meses y solo habían hablado con su madre unas pocas veces desde que fueron separados a la fuerza. Si bien los hermanos deseaban enormemente reunirse con su madre, temían que hacerlo pudiera significar la detención o la deportación. Estos niños, junto con otros 72, se convirtieron en nuestros clientes individuales mientras luchábamos por su liberación de la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).

En junio, en respuesta a la indignación generalizada, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que puso fin a la controvertida política de separación familiar de su administración. A pesar de la demanda de la ACLU para exigir la reunificación, The Legal Aid Society y otros estaban preocupados de que el gobierno planeara deportar a las familias una vez reunidas.

En respuesta, presentamos una demanda colectiva en nombre de todos los niños bajo la custodia de la ORR en Nueva York que habían sido separados por la fuerza de uno de sus padres, cubriendo a más de 300 niños en total. Obtuvimos con éxito una orden de restricción temporal en el Tribunal Federal, que requiere un aviso de 48 horas e información significativa sobre el plan del gobierno antes de trasladar a nuestros clientes. Este éxito les dio a nuestros jóvenes clientes la oportunidad de consultar con sus padres antes de que se llevara a cabo el plan.

Mientras un equipo de abogados luchó por los derechos de los niños separados en general, nuestro trabajo de casos individuales continuó. Los cuatro hermanos mencionados anteriormente estaban programados para reunirse con su madre en Texas, pero dado el trauma que habían soportado y la inminente incertidumbre del proceso de reunificación, presentamos una petición de habeas grupal en Nueva York para desafiar estos planes. El gobierno cedió y accedió a llevar a la madre a Nueva York para que se reunificara.

El 27 de julio, los niños se reunieron con su madre en las oficinas de ICE en Nueva York. Nuestros abogados aseguraron un proceso rápido y adecuado. Unas horas más tarde, la familia estaba en camino para comenzar su nueva vida en San Francisco. Los niños ahora están inscritos en la escuela y asisten a sesiones regulares de terapia.