Cuando Andrés Ramírez llegó a Estados Unidos desde Colombia en 2015 y consiguió un trabajo en una cafetería en Queens, no podía imaginar que un día sería dueño de un negocio de 58 años de antigüedad.

Andrés sabía que su visa para venir a Estados Unidos significaría empezar desde cero. Trabajando en Café Baruir En Sunnyside, Queens, fue el primer paso para forjarse una vida en su nuevo país. Trabajó en Baruir durante diez años. Ordenaba los granos de café y los tostaba allí mismo. Ayudaba a los clientes con sus pedidos. Gestionaba las relaciones con otros proveedores. Para cuando llegó la pandemia, Andrés cuenta que el dueño solo venía a firmar los cheques.

Entonces, cuando el propietario jubilado le ofreció vender la tienda a Andrés, sabía que era una gran oportunidad.

El Sr. Ramírez es ahora el propietario de Baruir Coffee en Sunnyside, Queens.

Andrés se conectó con NYC Business Solutions y lo recomendaron a Rolando González, un abogado de The Legal Aid Society. Proyecto de Desarrollo Comunitario (CDP).

CDP proporciona a las pequeñas empresas los recursos y herramientas legales que les permiten alcanzar el éxito a largo plazo. El trabajo de Rolando con Andrés se prolongó durante seis meses, durante los cuales Rolando ayudó a Andrés a crear una nueva entidad legal para la empresa, solicitar las licencias y permisos necesarios, negociar un nuevo contrato de arrendamiento comercial y más.

El Sr. Ramírez con el abogado de Asistencia Legal Rolando González

Andrés ha traído a su hermana para que trabaje con él y ya han renovado la tienda. Nuevos mostradores y azulejos han revitalizado el espacio, pero la tostadora sigue en la entrada, y la calidad del café tampoco ha cambiado.

Están ampliando el horario de la tienda para incluir las mañanas más temprano y los domingos. Gracias a la licencia de procesamiento de alimentos que Rolando les ayudó a obtener, también han comenzado a vender pasteles, bagels y otros alimentos. Los miembros de la comunidad están encantados de poder comprar el desayuno de camino al tren de las 7 de la mañana.

Andrés tiene muy claro una cosa: no habría superado el proceso de seis meses de compra del negocio sin la "excelente ayuda" de Rolando. Este negocio emblemático del barrio ha pasado a manos nuevas, y su continuo éxito es el éxito de Sunnyside.