La Sociedad de Asistencia Legal y el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González, presentaron una moción conjunta para anular la condena de Brian Kendall, quien fue condenado injustamente por homicidio en primer grado en 1988.

En el momento del incidente, el Sr. Kendall tenía 17 años y residía en Flatbush, Brooklyn. Fue condenado en relación con el asesinato de Raphael Reyes, empleado de una sala de juegos que recibió un disparo mientras trabajaba en una tienda en Cortelyou Road, muy cerca de la casa de Brian.  Brian estaba en la tienda con su hermano menor y varios amigos cuando ocurrió el homicidio. Tras presenciar el ataque, el grupo persiguió al agresor por la calle y detuvo a una patrulla que pasaba.  

Sin embargo, más tarde, dos testigos presentaron afirmaciones erróneas de que Brian era el tirador. Ante la posibilidad de cadena perpetua, Brian se declaró culpable de homicidio en primer grado y cumplió 16 años de prisión antes de ser liberado., luego fue deportado a Guyana, un país que su familia había abandonado cuando él tenía apenas 11 años.

“Era apenas un adolescente cuando me arrebataron la vida por algo que no hice. Durante años, cargué con el peso de una convicción que nunca debió haber sucedido”, dijo el Sr. Kendall. “La acción de hoy no borra el dolor ni el tiempo perdido, pero sí me da esperanza. Estoy profundamente agradecido con la Sociedad de Asistencia Legal y el Fiscal de Distrito González por finalmente descubrir la verdad y ayudarme a limpiar mi nombre. Ojalá mis padres estuvieran vivos para ver este día”.

El caso de Brian Kendall es un duro recordatorio de las devastadoras consecuencias de un sistema que con demasiada frecuencia defrauda a los jóvenes de color. A pesar de la clara evidencia que demostraba su inocencia, Brian se vio obligado a declararse culpable bajo el peso de un proceso fallido —dijo David Crow, Abogado Asociado de Apelaciones y Director de Pro Bono para Apelaciones Penales de la Sociedad de Asistencia Legal—. Nos enorgullece haber colaborado con la Fiscalía del Condado de Kings para finalmente corregir este error. Si bien nada puede devolverle a Brian los años perdidos, el resultado de hoy confirma una verdad más profunda: las condenas injustas pueden y deben corregirse.