Un día en la vida
Mantener a los hermanos juntos en la práctica de los derechos de los menores
Mientras que los abogados del personal como Meghan Cuomo en nuestra práctica de derechos juveniles se enfocan en resolver los problemas legales de nuestros clientes, los trabajadores sociales como Deb McGee se aseguran de que los clientes estén conectados con los servicios y el apoyo que necesitan para prosperar como personas.
A principios de 2018, la abogada Meghan Cuomo se asoció con la trabajadora social Deb McGee para marcar una diferencia duradera en la vida de dos de nuestros clientes más jóvenes: una niña y su hermanito que vivían en casas separadas luego de la muerte repentina de su madre. La historia comenzó en 2016 cuando ambos niños fueron separados de su madre debido a denuncias de negligencia. En ese momento, no había recursos disponibles para mantener a los niños juntos, por lo que fueron ubicados en casas separadas. La niña se fue a vivir con su abuela paterna, mientras que el bebé fue enviado a un hogar de acogida sin parentesco. A principios de 2017, la madre de los dos niños y la abuela de la niña fallecieron inesperadamente con 24 horas de diferencia. De la noche a la mañana, la niña se convirtió en el único pariente vivo de su hermanito.
La Sociedad de Ayuda Legal respeta a los trabajadores sociales y valora nuestras opiniones”.
Meghan supo en ese momento que esta era una oportunidad para que estos niños volvieran a estar juntos, pero tenía que actuar rápidamente. Entonces, con la ley de su lado y con la incansable ayuda de Deb, Meghan presionó para que estos dos hermanos volvieran a estar juntos bajo el cuidado de la madrina de uno de los niños. Incluso mientras estaba de vacaciones en Europa, Deb respondió rápidamente a los correos electrónicos y mensajes de texto durante la primera audiencia de sus clientes. Después de muchos meses de lucha, Meghan y Deb lograron que los dos niños se reunieran con la madrina. “Gracias a nuestro trabajo”, dice Meghan, “estos hermanos ahora pueden crecer juntos”.
Gracias a nuestro trabajo, estos hermanos ahora pueden crecer juntos”.
Trabajando juntas, tanto Meghan como Deb podrían brindar una representación integral a sus clientes. “Necesitaba a alguien que estuviera realmente involucrado, que pudiera hacer las preguntas correctas y brindar orientación sobre los problemas de apego y la importancia de la conexión entre hermanos”, explica Meghan. “Necesitaba a alguien que pudiera resolver todos los problemas que no podía anticipar y que estaban fuera de mi experiencia legal”. Y al final, es este tipo de colaboración lo que ayuda a dar a nuestros clientes los mejores resultados posibles. “Hay tantas necesidades que tienen nuestros clientes y solo una pequeña parte de ellas son problemas legales”. Afortunadamente, Meghan y Deb están trabajando juntas para satisfacer cada una de esas necesidades de los jóvenes neoyorquinos.